viernes, 5 de octubre de 2012

APRENDER A QUERERTE





Quiero aprender a quererte cuando olvidas, quererte cuando llegas de un largo viaje, quererte para quererte después, quererte para olvidar que te quiero, quererte luego y volver a caminar. Quererte por las noches tibias pero aún más en las frías y oscuras, quererte para que me abrazes y quererte para que me alejes de ti, quererte para no contar el tiempo que nos queda ni el tiempo que se ha ido, quererte una vez más para que no olvides que te quise, para yo no olvidar que te quiero. Quererte entonces pensando que podría ser para siempre, quererte un poquito, lo suficiente para que no me ahogue, quererte si me buscas, quererte cuando me pierdes, quererte para alimentar mi corazón, quererte para volver a soñar y aún quererte cuando despierte. Quererte entero o no quererte, quererte si gritas, si olvidas nombrar, quererte cuando llenas tus labios de silencio, cuando el hielo escarcha tu frágil cabellera y volver a quererte cuando no queden palabras para hacerlo. Quererte para inventar que te quiero. Quererte de pérfil pero quererte de frente, quererte cuando estás en la sombra y seguir haciendolo cuando puedes tocarme. Quererte para yo también quererme, quererte para que me quieras pero por encima de todo, quererte para no dejar de quererte. Quererte y caminar por una vida que no es tuya, que no es mía, que podría ser tuya, que podría ser mía. Y quererte, querida, en los minutos hacia atrás del reloj y en los minutos que no han llegado todavía. Sí, quererte aún entonces, aún ahora, aún después, al menos quererte para creer que te querré, que te quise, que te quiero. Volver un poco la memoria hacia la espalda y quererte con los dedos, con la punta de los cabellos, con los anhelos, las pesadillas, la lengua, los dientes, las rodillas, los muslos, los quejidos, los llantos, las risas, con las canciones, con las hojas, con los hilos, con el tiempo o sin él -mejor sin él-.Y decir que te quiero y escribir que lo hago. Así quiero aprender a quererte. Para quererte y sentirlo, y que sea real y que sea ficción, que sea una versión y que las sea todas - o ninguna- Quererte porque quiero quererte. Y al final..quiero aprender a quererte, porque te quiero. 


Leído en Encajes de acero

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