miércoles, 14 de octubre de 2009

ESTALLIDO DE COLORES EN LA VALL DE NÚRIA

Este puente he aprovechado para rellenar mis pulmones de aire fresco y abandonar la asfixiante metrópoli por unos días. Una de las ofertas que me llamó la atención era la de disfrutar de un día entero en la Vall de Núria. Si bien es cierto que no pretendía calzarme las chirucas y destrozar las pistas de montaña, sino más bien renovar aires y disfrutar de las fantásticas vistas de la zona, en ese sentido, la excursión valió la pena.

Compré el billete del cremallera (ida y vuelta) y no os querais imaginar el follón. Al hacer la compra on-line tenía que cambiar un código en Ribes de Freser, pero como soy poco amante de la letra pequeña de los contratos se me pasó y fuí de listo. Pensé: "en Queralbs habrá menos gente, menos colas, menos agobios y más fluidez". Error. No se si fue peor el remedio que la enfermedad. Lo cierto es que si no llega a ser por las atareadas y/o agobiadas chicas de la taquilla, no hubiera podido coger el cremallera, que más que un tren idílico parecía un cercanías a las 9 de la mañana en la estación de Sants. Pasado el apuro y a una hora más bien tardía llegamos a Núria para disfrutar del entorno dispuesto a impresionarmos .



Es cierto que una vez allí se pueden hacer actividades mil: ir en barca, canoa, tiro con arco, senderismo, ir a caballo y otras actividades lúdicas para los más pequeños. Pero el plan era otro. Sentarse en la hierba, dejar que la brisa refrescara nuestros rostros cansados por el estrés del día a día y despejar de nuestra mente escenarios de desasosiego a cambio de imágenes de tranquilidad y silencio (todo el que nos permitía un mar de excursionistas y curiosos que abarrotaban la zona).


En cualquier caso, la oferta nos permitió disfrutar de estos parajes y en un futuro no muy lejano realizar una nueva travesía, esta vez subidos en el Tren del Ciment, hacia los paisajes de La Pobla de Lillet hasta Castellar de N’Hug. Ya os contaré. En cualquier caso, y en líneas generales, aprovechad la menor ocasión para realizar una escapada en estos tiempos que corren de crispación, pesisismo y cierto desapego con lo que nos rodea. Sea la que sea. Descubriréis que, en un abrir y cerrar de ojos, las perspectivas que os habíais trazado, encerrados entre cuatro paredes, tienden a variar substancialmente. Palabra de Mephisto.