viernes, 14 de noviembre de 2008

DESDE MIS PROPIAS SOMBRAS

La monstruosidad de lo que somos, aquello que nos dictan nuestras propias sombras cuando la luz se va y nos quedamos a solas, se erige tarde o temprano en identidad. El impulso innato de lo que somos no tarda en resurgir, sale y arrasa con todo, y entonces vienen los actos, las consecuencias y el dolor, sobretodo el dolor de los otros, hasta que desembocamos en el paso del tiempo y en una conciencia. Pero ni tan sólo la razón puede redimirnos..